Cuando llega el buen tiempo siempre pensamos en lo estupendo que será pasar tiempo al aire libre con nuestro perro, pero debemos conocer ciertas pautas para evitar problemas en nuestros perros a causa del calor.
1. Tener siempre agua disponible y sombra
Con el buen tiempo nuestro perro nos pide salir más y una opción viable puede ser dejarlo más tiempo en el jardín o salir con él más a la montaña. Pero ese disfrute puede ser una condena si le privamos de un descanso del sol. Por ello, ten siempre para él una zona de sombra con un recipiente para el agua. En caso del paseo, lleva siempre agua para ofrecerle y ofrécele descanso a la sombra cada hora y media.
2. No cortar el pelo a ras de piel
Por mucho calor que pueda dar el pelo, es mucho más peligroso para tu perro dejarle desprovisto de él. El pelo le sirve como protección ante el sol y puede evitarle quemaduras y tumores de piel, sobre todo en perros con piel rosácea de poca pigmentación. Además, la mayoría de las razas pierden calidad de pelo cuando se les corta, por lo tanto, lo más recomendable es realizarle en la peluquería canina un deslanado que le extraiga todo el subpelo sobrante que es lo que verdaderamente le provoca calor. Por otra parte, un cepillado suele aliviar enormemente el calor al perro al airearle el pelo y oxigenarle la piel.
3. No dejarlo esperando en el coche
En verano, el coche es el ataúd de muchos perros que se quedaron esperando a que volvieran sus dueños. Tenemos que tener en cuenta que un perro tiene una temperatura corporal mayor a la nuestra, por lo que experimenta el calor de forma más intensa que nosotros, sin contar el abrigo de pelo que siempre lleva. Y ya te puedes hacer una idea de la temperatura que alcanza un coche, con un perro dentro en pleno día de verano, más aún si está al sol. De ninguna manera, no le dejes dentro del coche, ni con las ventanillas bajadas.
4. Evitar las horas de alta exposición
Tanto para hacer ejercicio como pasear, las horas que van entre las 12 del mediodía a las 17 de la tarde no son las más recomendables. Por una parte, porque le estamos pidiendo un sobreesfuerzo enorme al perro, ya que experimenta el calor de forma más intensa, algo realmente peligroso para razas braquicéfalas como el bóxer o el bulldog que suelen tener más problemas para respirar. Por otra parte, el asfalto quema, y quema mucho, por lo que si queremos evitar daños en las almohadillas de las patas de nuestros perros, mejor reservar el paseo para más temprano o más tarde de esas horas centrales.
5. Cuidar especialmente a los cachorros y ancianos
Como las personas, tanto los más pequeños como los mayores son los más vulnerables a los golpes de calor, la deshidratación y el sobre-esfuerzo. Con ellos deberemos estar más atentos de que beban de vez en cuando y no se acomoden al calor de sol hasta alcanzar una insolación.
