7 consejos para que los gatos no pasen calor en verano


En verano debemos ser conscientes de que hay que tomar una serie de precauciones extra para que a nuestro minino no le ocurra nada con las altas temperaturas. Es conveniente, entonces, seguir una serie de recomendaciones y consejos para que la calidad de vida de nuestro gato en verano sea positiva, su temperatura adecuada y su salud óptima.

1.       Agua fresca en el bebedero

Comprueba regularmente que tenga agua fresca y limpia a su disposición las 24 horas del día. Un truco para mantenerla fresca es poner de vez en cuando un cubo de hielo en el recipiente del agua.

2.       Ambiente fresco en el hogar

Puedes mantener las persianas abajo para evitar que entre demasiado el sol y utiliza el aire acondicionado o un ventilador para bajar la temperatura ambiente. En este último caso, asegúrate de que el aire no llegue directamente al gato.

En días muy cálidos puedes mojar al gato con una toalla húmeda desde la cabeza hasta el dorso o comprar una manta o cama refrescantes.

3.       Zonas de sombra

Es muy importante que el gato tenga un lugar fresco y protegido del sol donde descansar, sobre todo en las horas más cálidas del día. Esto se aplica tanto a los que viven dentro de casa como a los gatos que tienen acceso al exterior. Si viajas con tu gato, lo mejor es hacerlo en las horas más frescas del día, y no dejarlo nunca encerrado en el coche aparcado o durante muchas horas en un transportín o en una habitación sin una buena ventilación.

4.       Descenso de actividad 

Una de las recomendaciones es asegurarse de que el gato no haga ejercicio en los días más calurosos. En las horas más cálidas del día evita las sesiones de juego intenso o que el gato salga al exterior.

5.       Pelo corto

Si el gato tiene el pelo largo, recortarlo en axilas y barriga podría ser otra medida para ayudarle a controlar la temperatura. Debes dejar unos 2-3 centímetros aproximados de longitud, ya que el pelo en parte protege del calor y de las quemaduras solares.

6.       Un buen cepillado

Es normal que en los meses más calurosos los gatos suelten más pelo que en invierno. Un cepillado frecuente puede ayudar al gato en este proceso, además de prevenir la formación de nudos y enredos. 

7.       Alerta con las señales

Si la temperatura del gato sube demasiado, te puedes dar cuenta gracias a una serie de signos: el gato puede ponerse nervioso, empezar a jadear, salivar en exceso, resultar caliente al tacto, temblar, tambalear, vomitar y sus encías pueden aparecer de un color más oscuro e intenso de lo normal. En casos graves, el gato puede desmayarse e incluso morir.

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