Consejos para bañar a tu gato y no morir en el intento


Los gatos son animales muy aseados y se podría pensar que no hace falta que se bañen, pero hay diferentes situaciones en las que es necesario bañar a tu gato.

CUANDO BAÑAR A NUESTRO GATO

  1. Cuando se trata de un gato al que le gusta salir de casa, pasear por la calle o el campo. Cuando veamos que nuestro felino está sucio y no ha conseguido quitarse la suciedad el solo y necesita que le echemos una mano.

  2. Cuando adoptamos un gato callejero y está realmente sucio. Además, también nos puede ayudar con el proceso de desparasitación externa.

  3. Cuando ha estado en contacto con algún producto que pueda ser nocivo para él. Por ejemplo, si nuestro gatito entra en contacto con desinfectante, o friega suelos, es importante que le bañemos para evitar una intoxicación con dicho producto.

  4. Si tu gatito ya es muy mayor, es probable que necesite ayuda para asearse ya que le puede resultar dificultoso, sobre todo si le duelen las articulaciones o tiene problemas cutáneos.

  5. Por prescripción veterinaria. A veces nuestros felinos pueden tener problemas en la piel, como irritaciones, alergias, etc. Entonces, nuestro veterinario nos aconsejará bañar a nuestro gato, con productos específicos, como lociones o champús dermo-sensibles. Así mismo, cuando tu gato tenga pulgas o garrapatas, será necesario lavarlo con un champú antiparasitario.

  6. Cuando tengamos un gato de pelo largo o semilargo. Para estas razas de gato (como el Persa, Himalayo, Maine coon, Birmano, Angora turco, entre otros) será muy importante cepillarlos diariamente y además, bañarlos para ayudar a desenredar el pelaje. 

INICIO AL BAÑO

Es importante que acostumbres a tu gato al baño cuando aún este en la etapa de “socialización” que va de las 2 semanas de vida a los dos meses aproximadamente. En esta etapa es cuando debe aprender a relacionarse de manera correcta con otros gatos y animales en general, aprender a no morder, a jugar sin hacer daño y también a superar su aversión al agua. 

FREQUENCIA DEL BAÑO

La mayoría de los gatos solo necesitaran bañarse cada mes y medio, dos meses. Aunque si es por recomendación veterinaria se les puede bañar con más frecuencia (si tienen problemas en la piel por ejemplo o algún tipo de enfermedad). 

Los periodos entre baño y baño pueden ir de un mes a seis meses, dependiendo de sus necesidades, el tipo de pelo, con qué frecuencia se ensucie, etc.

 ¿CÓMO BAÑAR A MI GATO?

  1. Usa una bañera que sea de su tamaño y hazle sentir cómodo. Intenta colocar algún instrumento para evitar que resbale y así se sienta inseguro.

  2. ¡No empieces a bañarlo directamente! Deja que se acostumbre al sonido del agua y al entorno. Asegúrate que la temperatura del agua sea templada, más o menos a treinta grados centígrados.

  3. Empieza a mojar primero las patas, poco a poco, e ir subiendo por las zonas inferiores de su cuerpo. Puedes empezar con agua sola y después añadir el jabón. Tiene que acostumbrarse al proceso. No quieras correr. Tiene que reconocer el baño como una experiencia agradable.

  4. Evita el contacto con ojos y orejas, tanto del agua como del jabón. Para ello es mejor que no mojes la zona de la cara y en su defecto le laves con una toalla húmeda una vez bañado el cuerpo.

  5. Asegúrate de sacarle bien todo el jabón. Es muy importante dejarle el pelo libre de jabón. Acompáñate con la mano para aclararlo bien.

  6. Una vez aclarado, sécale con una toalla para sacarle la humedad, tanto como puedas. Puedes secarlo con el secador, aunque, si es su primera vez, será mejor empezar por la menor velocidad y ruido posible e ir aumentando la exposición al ruido poco a poco.

  7. Por último, cuando le hayas secado puedes acabar de cepillarlo para sacarle pelo muerto que todavía no haya caído con el baño. Tomate tu tiempo para cepillarlo, dile cosas bonitas mientras lo peinas o acarícialo, haz que se sienta a gusto y que el cepillado se convierta en una recompensa después del baño.
    ¡Puedes darle también algún premio! ¡Seguro que le encantará!


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